Ecologia emocional (IV): El miedo, camino hacia la sabiduria





El miedo es una emoción muy básica; como el Agua, con la cual está asociada en Medicina Taoista, puede llegar a infiltrarlo e inundarlo todo si no sabemos manejarla. A continuación hablamos del miedo, de su utilidad y damos cinco ejercicios para trabajar sobre el miedo. 



El miedo, asociado al elemento Agua y al invierno

 

Fue ahí en Francia, paseando a la perra de mis padres por la noche, cerca del cementerio (mis padres viven al lado del cementerio de una aldeíta de los Alpes) cuando volví a sentir el miedo irracional que sentía de pequeña en este sitio, ahí, andando sola en la oscuridad, llamando a la perra para que no se alejará mucho, como si las sombras de las ramas de los arboles bajo la luna fueran una amenaza creíble para una treintañera. Ahí de repente entendí porque el miedo se asocia al invierno , al frío, a la oscuridad que resuenan con el elemento Agua.
¿Acaso los cuentos de nuestra infancia, llenos de ogros, monstruos y otros comecocos, no suenan más espeluznantes cuando se va el sol a las cinco de la tarde y estamos sumidos en la oscuridad? ¿Y no provoca el miedo esta misma contracción y escalofríos que nos infunde el frío?
Y, siguiendo la línea de la ecología emocional, que considera la emoción como un mensajero del espíritu con utilidad y voz propia ¿qué utilidad tiene el miedo? ¿Cómo diferenciar un miedo sano de un miedo tóxico? ¿Cómo podemos crecer gracias a nuestro(s) miedo(s)?

Las funciones del miedo: de la prudencia a la sabiduria


El miedo es una emoción tan básica y poderosa (tal vez la más poderosa de las emociones) porque su función en la alquimia del universo es primordial: es mantener la vida.  
Cualquier suceso percibido como amenaza desencadena en nosotros una serie de respuestas fisiológicas que sentimos como miedo. Interesantemente, empieza en las suprarrenales, que en MTC es parte del órgano conceptualizado como Riñón, también asociado al Elemento agua. 

Se segrega adrenalina, lo que estimula la dilatación de las pupilas (para ver el peligro mejor), el corazón late con más fuerza y llega más sangre hacia los músculos locomotores (para escapar rápido), se aumenta el nivel de plaquetas en sangre (las células de la sangre que permiten la coagulación, así limitaremos el sangrado si resultamos heridos), y se inhiben funciones que en este momento resultan secundarias (digerir, reparar tejidos, etc.)
Este proceso, acuñado como “respuesta ante el estrés” por el fisiólogo Hans Selye, es una respuesta instintiva del organismo para mantener la vida frente a un peligro. 


El tema peliagudo aquí es la definición de “amenaza”.  Las crías muchas veces son no son conscientes de los peligros que acechan, por lo cual una gran parte de la educación suele consistir en usar el miedo para reconocer amenazas e incitar a la prudencia a seres jóvenes y despreocupados: esta figura se encuentra en muchos cuentos donde los niños se enfrentan con brujas, comecocos, lobos, etc. Se suele instilar miedo para controlar a la alegría y entusiasmo despreocupado de los jóvenes: en palabras de la MTC, el Agua (miedo), controla el Fuego (alegría, entusiasmo).  Un miedo razonable es necesario para que haya prudencia y diligencia, y nos incita a pensar de antemano a las consecuencias de nuestras acciones. 

 


El miedo patológico: abrazar a los monstruos


Sin embargo, el miedo puede volverse excesivo.  Según el estado de nuestro sistema nervioso, la educación que recibimos, lo mucho que miremos programas televisivos cargados de negatividad, la energía que tenga nuestro Riñón, etc... podemos llegar a considerar como amenazas sucesos, objetos o personas que no lo son, como en la metáfora budista de la cuerda y el serpiente, donde la visión de una cuerda que se parece a una serpiente provoca sudores fríos hasta que la ilusión no se ha desvanecido y la cuerda es reconocida como cuerda. Sin entrar en discusiones políticas, está claro que el control social se establece muchas veces infundiendo miedo entre la población, (al paro, al terrorismo, a la enfermedad, a la pobreza, etc.) por lo cual el miedo está en parte fomentado a nivel de sociedad.

 Mirándolo desde el punto de vista espiritual, nuestro ego, es decir, la persona que actúa diciendo “yo”, tiene miedo de muchas cosas que no son peligros reales para nuestra vida  o integridad como seres: ser desaprobado, perder posesiones, cambiar, sufrir, estar solos, etc.  Hasta podemos tener miedo a sentir el miedo, porque no es agradable… Ser capaces de enfrentar nuestros miedos reconociendo que sólo son peligros para nuestro personaje pero no para nosotros nos permitirá poco a poco sentirnos más libres; como dice la canción de Vetusta Morla: “Los días están contados, no hay más que temer, tan sólo seremos libres cuando no haya más que perder”.  También decía mi querida profe Sindu en la India: ¿Bueno, si todo lo que eres se acaba con la muerte, para qué te preocupas?Ya no estarás para tener consciencia de ello después de morirte ¿Y si el alma es inmortal, por qué temer a la muerte?

Muchos sueños comportan elementos amenazadores que traducen el miedo del “yo” consciente ante ciertas partes de la psique que no estamos dispuestos a hacer conscientes, nuestra “sombra”. Dice Alejandro Jodorowsky que en este tipo de sueños, en vez de huir, sólo tenemos que darnos la vuelta para ver  y abrazar a estos monstruos. 

Sólo un intelecto claro y una visión consciente pueden hacer que el miedo nos lleve a la expresión más equilibrada del Agua, que es la sabiduría. Sino, tomaremos las decisiones en nuestras vidas basándonos en miedos irracionales y huiremos de fantasmas de quienes ni siquiera hemos vislumbrado el rostro. El miedo puede ser razonable y llevar a la prudencia y a la sabiduría si es ponderado por un intelecto claro, mientras un miedo excesivo e irracional nos hace temerosos, conformistas y realmente nos aleja de nosotros mismos.

 

5 ejercicios para trabajar con tu miedo


El miedo continuado provoca estrés crónico y debilita la energía de Riñón; puede afectar al sistema cardiovascular, al sistema inmune, y provoca una contracción generalizada en el sistema tendino-muscular. A continuación te propongo varias técnicas para trabajar el miedo excesivo y sus consecuencias en la salud,  desde psicología hasta chi kung sanador y kundalini yoga. Experimenta, siente, y observa qué te ayuda. ¡Siéntete libre de comentar los ejercicios propuestos!

1-Trabajo de introspección y análisis intelectual: ¿Y si?

Este ejercicio psicológico trata de poner las cosas en perspectiva para relativizar los miedos que podamos tener y no darles más peso del que realmente tienen. Se trata de observar la causa hipotética (pensamiento, creencia, suceso) de tu miedo, imaginar que sucede y preguntar: ¿Y si pasara eso, qué es lo peor que podría ocurrir? ¿Cuán probable es eso? Observar la consecuencia directa y otra vez preguntar: ¿Y si pasara eso, qué es la peor consecuencia que podría tener?  ¿Cuán probable es eso? Y así una y otra vez hasta llegar a la raíz del miedo. Esto, por una parte, me permite observar cual es el miedo más profundo escondido debajo, y analizar  si mis miedos se corresponden con alguna realidad o corresponden a interpretaciones que hacemos (si es cuerda o serpiente).
Por ejemplo, puedo tener miedo a perder mi trabajo; pregunto, vale, lo pierdo, que es lo peor que pudiera pasar: que no encontrara otro trabajo. ¿Cuán probable es eso? Bueno, puede pasar. ¿Y qué sería lo peor que pudiera pasar? Que se me acabara el subsidio y me quedara sin dinero. ¿Cuán probable es eso? Bueno, es complicado, pero puede ocurrir. ¿Y que sería lo peor que pudiera pasar? Que no tuviera para comer. ¿Cuán probable es eso? Eso es ya muy improbable en este país. ¿Y qué es lo peor que pudiera pasar? Que me muera de hambre. Eso ya es muy muy improbable en este país.
Seguramente nos daremos cuenta de que todos los miedos que tenemos acaban relacionándose con el miedo al sufrimiento, a la muerte y a la soledad. Podremos tomar distancia con ellos, observando que para cualquier cosa que imaginamos, hay miles de salidas que no tienen que ser la peor de todas, y que incluso la peor realmente puede no ser una cosa tan grave.

2- Chi-Kung sanador: el sonido del Elemento Agua


Este ejercicio de chi-kung sanador se realiza para curar las enfermedades Riñón y Vejiga (forman pareja Yin/Yang del elemento Agua). El Riñón almacena la Esencia Vital (Jing) y la Energia Vital Basica (Yuan Qi) , rige la reproducción, el crecimiento y el desarrollo, controla los huesos y la recepción del aire desde los pulmones, (recepción del Qi); rige el movimiento del Agua por el cuerpo. El miedo, el frío y el exceso del gusto salado dañan al Riñón, así como la extenuación (no descansar suficientemente).
Cómo se hace:
Siéntate en una silla, ligeramente inclinado hacia delante, manos sobre las rodillas, y siente el área de los riñones y zona lumbar.
Inspira lentamente por la nariz, luego exhala por la boca ligeramente fruncida emitiendo el sonido “CHUOOO”.
Con cada exhalación siente como te liberas de las emociones negativas almacenadas ahí como el miedo, traumas y temores.
Puedes realizar el ejercicio llevando las manos a la zona de los Riñones para ayudar a sentir la energía ahí.

3- Meditación: Dejarse devorar por el miedo (expresión de Eric Baret)


La concentración tiene el poder de consumir las aflicciones. Del mismo modo que el rayo solar concentrado por una lente quema el papel en que se focaliza, la concentración –es decir, la observación profunda de nuestro miedo, odio, ilusión y desesperanza– acaba quemando las aflicciones y dejando tan solo la visión profunda.  (Thich Nhat Hanh)

Siéntate en postura de meditación o si no te es cómodo, siéntate en una silla con la espalda erguida.  Toma unos instantes para sentir el cuerpo, siente la tierra sosteniéndote, los puntos de apoyo del cuerpo, permitiendo la sensación de peso y de enraizamiento. Observa la respiración y permite que se asiente poco a poco, haciéndose más profunda y relajada.
Ahora piensa en algo que te provoque mucho miedo.  Deja aparecer la sensación física del miedo y obsérvala.  Una vez el pensamiento o las palabras te han permitido evocar el miedo, déjalos de lado; trabajamos sobre la sensación, no sobre las palabras o los pensamientos.  Observa la sensación; ¿se siente en la garganta, en los hombros, en el pecho, dónde? ¿Qué sientes, dilatación o contracción? ¿Se produce tensión muscular? ¿Dónde? ¿Cómo afecta a tu respiración? ¿Cómo sientes el corazón? ¿Es una sensación agradable o desagradable?
Permanece allí, observando todo lo que surge y tu reacción frente a ello. Observa la sensación física, sea cual sea, sin intención de modificarla, sólo observando con atención y respirando ahí, sea agradable o (más probablemente) desagradable.  Si eres capaz de permanecer ahí inmóvil, poco a poco observarás como la sensación se disuelve, cambia de forma,  o su percepción se altera. Prosigue el ejercicio hasta recuperar una sensación general neutral, una vez observadas todas las resistencias.
                                                                                                                  

4- Filtrar la propaganda para recuperar el control sobre tu vida


El miedo es la manera más fácil de controlar al ser humano, junto con el deseo (bastón o zanahoria, he ahí la alternativa): esto  queda muy patente cuando observamos el paisaje mediático.  Sostener este modelo de sociedad basado en el sobreconsumo, la explotación del planeta y la dominación de una elite codiciosa a coste de la miseria de la gran mayoría necesita grandes dosis de propaganda para evitar que nos demos cuenta de que el Emperador lleva tiempo paseando desnudo.
El miedo a la enfermedad para vender productos de salud y seguros sanitarios, el miedo al extranjero para tener un chivo expiatorio y evitar mirar a los que provocaron esta “crisis”, el miedo al paro y la pobreza para que aceptemos la degradación constante de las condiciones laborales, reportajes sobre robos, atracos, violencia, para convencernos que el próximo es un peligro antes de ser un compañero o un hermano…  
NO DEJES NUNCA TUS MIEDOS IMPEDIRTE HACER LO QUE SABES QUE ES CORRECTO

Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz 1991








Cada miedo que dejas que penetre en tu mente te hace un poco más esclavo. Lo tengo comprobado, cuanta más televisión mira una persona, más temerosa se vuelve. Hazte un favor, rechaza esos mensajes y  las creencias que contienen. Es contaminación mental, sólo roba tu energía.  Apaga la televisión, evita los reportajes sensacionalistas que capitalizan sobre tus miedos para manipularte y controlarte mejor.  Busca información contrastada, donde el análisis se antepone a la emocionalidad. 

Reflexiona cuando algo que lees o ves te produce miedo: ¿A quién le sirve que tú sientas ese miedo? ¿Qué harías si no sintieras ese miedo? ¿Ese miedo te hace más sabio y precavido, o solamente te paraliza y te convence para no cambiar nada y resignarte con las cosas como son?

  

5-Kriya de Kundalini Yoga: Relájate y saca el miedo


Esta potente kriya trabaja sobre hígado y riñón para limpiar las hormonas del miedo y del estrés y permitirte una relajación profunda. 


 

Comentarios

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