Yoga: hiperextensión de rodilla


En el post de hoy quería tratar un tema que veo mucho entre mis alumnxs, y al cual hay que prestar atención ya que si se practica de forma errónea durante un tiempo prolongado, acabaremos lesionando estructuras corporales delicadas de manera irremediable. 

Además, entender y corregir este fenómeno ( si nos ocurre) nos ayuda a  profundizar mucho en la práctica, ayudandonos a hacer más consciente el trabajo que realizamos, que es el objetivo de yoga, llevándonos hacia pratyahara, la internalización de los sentidos, que es la puerta de entrada a las etapas internas del yoga: o sea, que la hiperextensión es un regalo... ¡envuelto en pinchos!


 ¿Qué es la hiperextensión de  rodilla?

La hiperextensión ocurre cuando la rodilla es extendida  más allá de su rango de movilidad natural. Puede ocurrir de forma accidental y temporal como resultado de un choque, impacto, lesión, o puede ocurrir de manera habitual  y regular en personas laxas y con cuádriceps débiles, por ejemplo cuando no hay una buena alineación del cuerpo en la postura de pie, o en el caso del yoga, en algunas posturas donde se trabaja con la(s) pierna(s) extendida(s).

  
Hiperextensión de rodilla en la práctica de Asanas

                En la imagen siguiente se ven varias posturas de pie efectuadas de una manera correcta (alineada)  o con hiperextensión, es decir sin control activo de la rodilla. Como se observa, en caso de hiperextensión la rodilla está “pasada”, haciendo la pierna una curva inversa. La rótula presiona contra la superficie articular femur-tibia. La hiperextensión es común en personas laxas (con ligamentos poco rígidos y mucha movilidad articular) y en caso de tener el cuádriceps débil.

              
         A nivel de sensación, la rodilla hiperextendida se siente como bloqueada (no hay posibilidad de movimiento lateral), y puede haber una sensación de estiramiento máximo de los ligamentos en la articulación, o de presión a nivel de los huesos -de estar en un tope óseo, en todo caso se siente que no se puede ir más allá. Justamente por eso muchos principiantes les da una sensación de seguridad, en particular en las posturas de equilibrio sobre una pierna. No suele provocar dolor ni incomodidad si la práctica no es muy intensa o muy regular, por lo tanto muchxs practicantes no se dan cuenta que están hiperextendiendo la rodilla, o si lo hacen, no ven que esto represente un problema para su cuerpo.  

           Sin embargo, este bloqueo es nefasto tanto para la propia articulación de la rodilla, donde provoca rigidez, mala repartición de cargas a nivel de cartílago y meniscos, y tensión en los ligamentos cruzados, como para las demás articulaciones (ya que el cuerpo trabaja en conjunto); un bloqueo en la rodilla afecta a los tobillos y a las caderas, por ejemplo suele haber una mala repartición del peso a nivel del pie cuando la rodilla está hiperextendida. 

            A modo de ejemplo, en Tadasana, la hiperextensión de rodilla es muchas veces asociada a 1) una colocación del peso del cuerpo totalmente centrada en el talón 2) un bloqueo pélvico compensatorio  (en anteversión o retroversión según la complexión de cada uno)  que inhibe completamente el flujo de energía en el sacro y la pelvis.
Además, la hiperextensión de rodilla suele ser inconsciente, con lo cual si trabajamos así ¡no estamos haciendo realmente yoga, cuya finalidad es la consciencia plena!


Peligros de la hiperextensión de rodilla

Resumiendo, los principales riesgos o peligros de trabajar con la rodilla en hiperextensión son:

  • Sobrecarga articular en la parte anterior de la articulación y meniscos (a la larga provoca desgaste articular y artritis/artrosis). 
  •  Sobrecarga de los ligamentos de la rodilla. 
  •  Bloqueo de la energía vital a nivel de la articulación.
  •  Limitación del grado de libertad de la articulación.
  • Menor control sobre la articulación (mantenimiento pasivo usando topes óseos en vez de involucramiento activo de los músculos implicados).
  • Mala utilización de las superficies plantares para repartir el peso del cuerpo.
  • Menor consciencia corporal, utilización del cuerpo ineficiente.


¿Cómo evitar la hiperextensión de rodilla? 

1-Consciencia, consciencia, consciencia

Lo primero que hay que hacer si tendemos a hiperextender la rodilla es darnos cuenta.
 ¿Cómo nos damos cuenta? Siendo atentos a la sensación. Este defecto, como otros que surgen en la práctica, son ocasiones para volver a la sensación interna (¡olvídate de mirarte al espejo aunque haya uno en la sala donde practicas!). Es muy diferente la sensación de una articulación alineada, con los músculos ligeramente activos estabilizando por todas partes, que una articulación situada en el tope óseo, con la musculatura totalmente suelta e inconsciente. Si te das cuenta que tiendes a hiperextender, trata de memorizar corporalmente la sensación buena (por ejemplo, con una microflexión) y de compararla con la sensación “mala” (hiperextensión). Así si surge en tu práctica sabrás reconocerla y ponerle remedio. 

2-Microflexión de rodilla

La más sencilla y la más versátil de las soluciones, accesible a principiantes como a practicantes avanzados. Una muy ligera flexión de rodilla imposibilita la hiperextensión, favorece un uso activo de la musculatura estabilizadora de las rodillas (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos), facilita el mantener el equilibrio en las posturas de equilibrio de pie, y ayuda a disminuir  y repartir la tensión en las personas rígidas. 

3-Activación y fortalecimiento del cuádriceps

Como hemos comentado antes, la hiperextensión de rodilla se asocia con cuádriceps débiles. Activar el cuádriceps para elevar la rótula evita la hiperextensión (cuidado de no activar empujando la rótula hacia dentro de la articulación, sobre todo en las posturas donde la pierna concernida está colocada delante, como en Trikonasana o en Parsvottanasana).
Para fortalecer cuádriceps, nada mejor que hacer ranas de Kundalini, o secuencias de Surya Namaskar B con cinco respiraciones en Utkatasana…. También vale apoyar la espalda en la pared y bajar hasta que los muslos estén paralelos al suelo, mantener de cinco  hasta 10 respiraciones y subir. 


4- Concienciación en el uso de los apoyos del pie. 

Una pauta general en la hiperextensión de rodilla es que el peso suele estar centrado en el talón; los dedos de pie apoyan pasivamente, pero no hay control de la parte delantera del pie desde la acción de los dedos de los pies.  Concientizar el apoyo de los pies, apoyando activamente tanto el dedo gordo del pie (estabiliza arco interno) como el dedo pequeño del pie (estabiliza arco externo)  ayuda a evitar la hiperextensión.  Siente realmente como los bordes del pies empujan hacia la esterilla, activos de manera que toda la musculatura auxiliar de tus piernas contribuye a evitar la hiperextensión.


  
5-No forzar y usar apoyos

Muchas veces la hiperextensión se produce por querer llegar más lejos de donde nos permite el cuerpo en este momento. Por ejemplo, en Trikonasana, abriendo las piernas más para que la mano llegue al suelo favorece la hiperextensión… Usa microflexión de rodilla, pero también apoyos, bloques, modificaciones de las posturas si lo necesitas. Recuerda que en yoga como en la vida, menos es más. No importa lo que haces, sino cómo lo haces y cómo lo vives mientras lo estás haciendo. ¡Namaste!

Si tienes más trucos de tu práctica para concienciar y evitar la hiperextensión, compártelos con todxs! Gracias :-) 

Bibliografia e info complementaria:

 Yoga Anatomy- Leslie Kaminoff
Ashtanga Yoga- Gregor Maehle 

Comentarios

Publicar un comentario